Jóvenes y Cultural Digital

 


El mundo de la comunicación requiere cada vez más un enfoque ético y educativo. La educación demanda nuevas herramientas tecnológicas y mediáticas con las cuales se alcanzan mejores estándares de convivencia. La comunicación, la educación, la historia y las políticas públicas son puntos en los que convergen las propuestas de organismos internacionales vinculados al desarrollo. Entre los problemas emergentes en la actual Sociedad del Conocimiento están la poca comprensión crítica de los cambios sociales contemporáneos a consecuencia del incremento de información que ofrece Internet, así como la mínima asimilación de las prácticas de comunicación que desarrollan los jóvenes, colectivos y movimientos sociales en las estructuras institucionales. A estas situaciones se suman el mantener y acrecentar en la comunidad, ciudad y país, el respeto a los derechos fundamentales y de igualdad entre hombres y mujeres, la promoción de los Derechos Humanos y los principios de accesibilidad universal de las personas, así como los valores democráticos y de una cultura de paz. La Sociedad del Conocimiento se ha proyectado sobre la base de las tecnologías de información y comunicación; son fenómenos complejos y contemporáneos caracterizados por la velocidad de los cambios que afectan las dimensiones políticas y económicas de la organización social, sin que ello signifique alteraciones directas e inmediatas de las estructuras de poder. Se ha modificado la forma en que se desarrollan las actividades y relaciones entre las personas a través de las tecnologías de la información que brindan posibilidades para la creación y el intercambio de conocimientos. 

Las tecnologías de la información también tienen un rol protagónico en la mediatización de la cultura, implican una transformación de las percepciones de tiempo y espacio, aparentemente vivimos en un “presente continuo” donde la instantaneidad y la velocidad marcan el ritmo cotidiano y explican una cultura que tiene poco margen para la reflexión. Así llegamos a un ecosistema comunicativo constituido por nuevos lenguajes, sensibilidades, saberes, por la hegemonía de la experiencia audiovisual y la reintegración de la imagen en la producción del conocimiento. La cultura del conocimiento demanda vínculos más allá de las fronteras nacionales, supone nuevas formas de comunidad mediante afiliaciones voluntarias, temporales y tácticas. La convergencia cultural deriva en un complejo ambiente comunicativo lleno de matices, retos y oportunidades que requieren respuestas para conocer cómo la comunicación, la educación y la cultura mediada por la tecnología permiten alcanzar los ideales que Unesco plantea hacia un desarrollo humano sostenible. El contexto señalado es el que conforma el mundo de los jóvenes y su cultura digital, que constituye el centro de atención de este monográfico. Hoy existen posibilidades de crear redes de comunicación a través de los medios sociales −Web 2.0 y medios sociales− que son los vehículos para la cultura de participación. Internet, los medios sociales, la convergencia cultural y las audiencias creativas inciden para que los comportamientos juveniles estén influenciados tanto directa como indirectamente por el uso de tecnología, por ello no es extraño que tanto Facebook como Twitter, interesantes ejemplos de convergencia, entre viejos y nuevos medios; y, entre productores y espectadores, hayan cambiado los roles y las interrelaciones entre las personas. Los jóvenes constituyen un elemento trascendental del proceso de transformación cultural y social provocado por las TIC, de ahí que se hace necesario conocer la forma como se enfrentan a los cambios, sus expectativas, sus dificultades y sus intereses, de cara a inferir en el papel que estarán llamados a cumplir en un futuro. 

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